Publicación sin stock

¿Hablamos del mismo Dios?: Un dialogo, de Panikkar, Raimon. Serie Fragmentos, vol. 44. Fragmenta Editorial, tapa blanda en español, 2019

  • Año de publicación: 2019
  • Volumen del libro: 44
  • Tapa del libro: Blanda
  • Género: Religion y espiritualidad.
  • Subgénero: Religión.
  • Número de páginas: 120.
  • Dimensiones: 130 mm de ancho x 210 mm de alto.
  • Peso: 136 g.
  • ISBN: 9788415518884.

Sin stock

Características principales

Título del libro
¿Hablamos del mismo Dios?
Subtítulo del libro
Un dialogo
Serie
Fragmentos
Autor
Panikkar, Raimon
Idioma
Español
Editorial del libro
Fragmenta Editorial
Tapa del libro
Blanda
Volumen del libro
44
Año de publicación
2019

Otras características

  • Cantidad de páginas: 120

  • Altura: 210 mm

  • Ancho: 130 mm

  • Peso: 136 g

  • Género del libro: Religion y espiritualidad

  • Subgéneros del libro: Religión

  • ISBN: 9788415518884

Descripción

Existe una máxima rabínica según la cual cada controversia tiene, si se mira en profundidad, tres caras: la tuya, la mía y la cara correcta. Haciéndose suya esa sentencia, Pinchas Lapide, judío, y Raimon Panikkar, cristiano, hindú, buddhista y secular, dialogan en profundidad sobre Dios, pero también sobre el ateísmo, el fundamentalismo, el mal, la Biblia, las escrituras védicas o la mística. «Todo lo que podemos decir sobre Dios no es más que un balbuceo impotente que en el mejor de los casos sale a su encuentro, pero que no puede alcanzarlo. ¿De qué Dios estamos hablando, pues?», se pregunta Pinchas Lapide. Raimon Panikkar advierte: preguntarse si las distintas religiones hablan del mismo Dios puede dar a entender que Dios es una cosa en sí de la cual se puede hablar en tercera persona. Recogiendo el pensamiento de Martin Buber, el filósofo catalán defiende hablar de Dios en segunda persona: Dios es un tú, nunca un yo o un él. En el prólogo de la obra, Lapide reflexiona sobre la prohibición bíblica de las imágenes de Dios y sobre la necesidad de que las religiones dialoguen entre ellas desde el convencimiento de que este mundo no es ni sano ni insano, sino sanable. En el epílogo, Panikkar repasa la evolución de su imagen de Dios a través de un estimulante relato autobiográfico.