Animalismo. Animales Y Personas Que Comparten Derechos
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CaracterĂsticas principales
TĂtulo del libro | Animalismo |
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SubtĂtulo del libro | Animales y personas que comparten derechos |
Autor | Alcalá Giménez, César |
Idioma | Español |
Editorial del libro | Sekotia |
Tapa del libro | Blanda |
Con Ăndice | SĂ |
Año de publicación | 2022 |
Otras caracterĂsticas
Cantidad de páginas: 192
Altura: 220 mm
Ancho: 145 mm
Peso: 265 g
GĂ©nero del libro: Humanidades
Subgéneros del libro: Naturaleza
Tipo de narraciĂłn: Literatura
ColecciĂłn del libro: Reflejos de Actualidad
Edad mĂnima recomendada: 18 años
Edad máxima recomendada: 99 años
ISBN: 9788418414305
DescripciĂłn
«Los derechos, todos ellos, son un invento humano. La nociĂłn de derecho no tiene ADN ni compuestos tangibles. Uno no puede ver derechos bajo un microscopio... Los derechos pertenecen a un abstracto producto de la mente humana. Hay muchos intelectuales que, por este motivo, sostienen que la expresiĂłn ?derechos humanos? es una redundancia: un derecho no puede ser otra cosa que humano». Priscila Guinovart. Durante decenas de miles de años, la naturaleza ha proporcionado alimento animal y vegetal a los humanos. Además, en numerosas ocasiones algunas especies han sido instrumento imprescindible para el desarrollo y la evoluciĂłn de las sociedades. Hoy algunos pretenden esconder esta realidad. Quieren otorgar igual naturaleza a humanos y al resto de seres vivos. ÂżEstamos ante un error de la filosofĂa? ÂżResponde esto a esa especie de sentimentalismo social cada vez más invasor? ÂżEncontramos una respuesta abierta de los animales semejante a la que nosotros les concedemos? Este libro revela con claridad los excesos de las formulaciones animalistas, que equiparan los derechos humanos a los derechos de los animales; aporta argumentos sĂłlidos para explicar a los defensores del animalismo que sus posturas son desmesuradamente personalistas, y que sus postulados proceden del desconocimiento real de los verdaderos derechos y sus consecuencias. El autor llama la atenciĂłn sobre esta tendencia igualitarista, que traslada determinados derechos humanos a los animales. El propĂłsito animalista desemboca en una especie de confusa maraña moral, puesto que de los derechos se derivan responsabilidades que un animal no puede asumir. Los actos de un animal carecen de voluntad, conciencia y libertad y son Ăşnicamente fruto del instinto. Frente a esta postura, tambiĂ©n existe un animalismo positivo que no comparte el maltrato a ninguna criatura de la naturaleza. «Los animalistas son antiespecistas y sus convicciones los lleva al veganismo. Conscientes de que su pelea es parte de la lucha contra todas las formas de discriminaciĂłn, contra la esclavitud, el racismo y el sexismo, contra la explotaciĂłn de seres humanos por otros seres humanos y de algunas naciones por otras naciones (?) no separan la defensa de los animales de la defensa de los derechos humanos». Corina Pelluchon. «Las plantas existen para los animales, y los demás animales, en beneficio del hombre; los animales domĂ©sticos para su utilizaciĂłn y alimentaciĂłn; los animales salvajes -?si no todos, al menos la mayor parte de ellos?, para alimentarnos u otras necesidades, como el vestido, medicinas o como otros utensilios». AristĂłteles.
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